sábado, 6 de marzo de 2010

Nuestros adolescentes

Hace ya unos años (pocos) que salí de la adolescencia y la verdad que me siento aliviado por ello, ya que no me gusta que me "encasillen" dentro de este grupo social porque no me siento cómodo con este rol social. Digo esto porque ayer se presentó un estudio de la Fundación Creafutur que recogía algunos de los intereses de nuestros adolescentes de hoy (12-19 años), y más concretamente, en que se gastan el dinero. Para empezar cada adolescente recibe de paga unos 11€ al mes. Un 66% dice sentirse muy satisfecho con esta paga, y hablamos de una muestra de 1200 entrevistas y 7400 encuestas interactivas. Nunca he creído en las pagas porque pienso que debemos dar a nuestros hijos dinero cuando lo necesitan, no por sistema, y siempre con un estricto control, puesto que creo que a los adolescentes hay que hacerles ver poco a poco lo que cuesta ganar el dinero.

Nuestros adolescentes de hoy gastan la mayor parte de su dinero en ropa, comida y técnología. Expondré a mi juicio las causas de estos gastos. En primer lugar, la ropa es un escaparate de lo que somos, sobre todo en una sociedad como la nuestra, en la que la imagen lo es todo. Los adolescentes también lo hacen, y buscan conseguir sus objetivos afiliativos a través de su vestimenta. Como los adolescentes pasan más tiempo con sus amigos (lo veremos más adelante) que con otros adultos, comer con los amigos solo puede hacerse fuera de casa, de modo que es lógico ese gasto para no tener que "aguantar" a ningún adulto que les "moleste". Para mi, el único gasto justificado es la tecnología, porque hace nuestra vida más fácil, pero siempre controlando en que gastamos y si va a tener una utilidad real, si no es así, entra dentro del capricho.

Por último (y no menos interesante a la vez que preocupante), tenemos que según la encuesta nuestros adolescentes pasan sólo un 10% del tiempo con los adultos. Es grave esta situación porque empaparse de lo que nos puedan ofrecer personas que ya han visto muchas cosas es vital para un correcto desarrollo de la persona. Escuchar al que sabe siempre es bueno y más aún cuando se sabe muy poco sobre las cosas (aunque creamos saber más que nadie). Evidentemente, y afortunadamente también, no todos los adolescentes son así, y estos datos, no pretenden generalizar ni ofender a quien pueda sentirse identificado con ellos, sino invitar a reflexionar sobre ellos, especialmente sobre el último, para mi el más preocupante.

2 comentarios:

  1. No creo que sea motivo de alarma el poco tiempo que pasan los adolescentes con los adultos, hay que tener en cuenta que esa edad es un periodo de tiempo en el que se pasa de la total dependencia paterna (o quien corresponda) a tener que valerse por uno mismo. Un cierto desapego de los adultos permite que se empiecen a tomar decisiones por uno mismo y actuar en consecuencia a ellas. Evidentemente siempre hay que tener en cuenta a la voz de la experiencia, pero no tenemos que olvidar que todo lo que saben es porqe, seguramente, lo han vivido por ellos mismos.

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  2. Yo no he dicho que no estén tiempo con sus iguales pero si creo que deben pasar más tiempo con gente que pueda aportarles más de lo que les aportan sus iguales, tan importante es lo uno como lo otro. Hay errores que se cometen en la adolescencia solo por no tener una conversación a tiempo con una persona adulta. Creo que eso no implica necesariamente una perdida de la individualidad, sino un complemento a ella.

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